Muchas de las víctimas del Proceso ejercían el periodismo a nivel profesional y, muchos más, se convirtieron en reporteros involuntarios. En esos tiempos mimeografías, cartas y noticias del Ping-Pong constituían herramientas imprescindibles para dar a conocer la verdad.
Hoy, tras el aluvión de la cibernética, los medios de comunicación han cambiado. Es el desafío de todos explotarlos para que permanezca indemne el espíritu de compromiso de aquellos años y siempre se mantenga vivo el fuego de la Memoria.
Por todo esto es que sugiero, a semejanza de lo decidido por el Museo de Auschwitz, crear Perfiles en Facebook vinculados a la preservación de la memoria y, especialmente, a su divulgación entre las generaciones más jóvenes. Sus costos serían mínimos, por no decir nulos, pero el bien que realizarían sería inconmensurable.
Abro la propuesta a todos los museos del mundo en homenaje a otros genocidios y a los museos en general, entendiendo que no sólo deben conservar y generar el saber sino también compartirlo con generosidad.
Sin más se despide
Patricio Agustín Iglesias
DNI: 34.622.757