martes, 24 de marzo de 2009

Memoria, Verdad, Justicia

Tras 33 años del comienzo del período más sombrío de la historia argentina sigue pendiente la gran deuda: Memoria, Verdad, Justicia. Memoria porque no son pocos quienes ignoran qué se recuerda el 24 de marzo. Verdad porque quedan desaparecidos cuyo fin permanece oculto e hijos sin estar al tanto de su verdadera identidad. Justicia porque quedan represores caminando libremente por las calles. Pero también Memoria porque son todavía más quienes desconocen las atrocidades de gobiernos anteriores o posteriores. Pero también Verdad porque siguen divulgándose falsedades de toda clase imaginable por todos los medios mentables. Pero también Justicia porque el hambre, la pobreza, la ignorancia y la violencia siguen golpeando las puertas.

¡Memoria, Verdad, Justicia! ¡Oh, bandera a defender!

lunes, 23 de marzo de 2009

Porque cuando el pueblo sabe...

En vísperas del 33º aniversario de una de las fechas más ominosas de la historia argentina publico la canción que más me gusta de todas las referidas a tiempos oscuros del siglo pasado. Con mis ligeras modificaciones copio el texto del sitio de un amigo.


Para el pueblo lo que es del pueblo (Piero)

Libertad era un asunto
mal manejado por tres.
Libertad era Almirante,
General o Brigadier.

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.

Comer bien era muy raro;
comer poco era normal.
Comer era subversivo
para el señor militar.

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.

Eran actos de violencia,
la alegría popular;
"El pueblo tiene paciencia"
dijo un señor General.

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.

Estudiar era pecado,
clandestino era saber,
porque cuando el pueblo sabe,
no lo engaña un Brigadier.

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.

COMUNICADO NÚMERO 1

Prohibiremos la esperanza
y prohibido está nacer.
"¿No será mucho, Almirante?"
"Faltaba más, Coronel."

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.

Ya se fueron los milicos,
y no tienen que volver
porque esta Argentina
nuestra sólo así podrá crecer.

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.

Olvidemos la venganza,
recordemos qué pasó,
SI ES JUSTICIA QUE AJUSTICIEN
CON NUESTRA CONSTITUCION.

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.

Para el pueblo es la bandera,
la tenemos que cuidar,
juntemos todas las manos
LATINOAMÉRICA EN LIBERTAD.

Para el pueblo lo que es del pueblo
porque el pueblo se lo ganó.
Para el pueblo lo que es del pueblo;
para el pueblo liberación.
¡Liberacion! ¡Liberacion! Liberacion!

viernes, 20 de marzo de 2009

Los Treinta Mil

Sócrates de Argirópolis, tras un día muy arduo, se recostó a la noche. Su cansancio era notable, y estaba tentado a dejar su labor en pro de su amada ciudad. Gobernada en ese entonces por tiranos, no pocos allegados le sugerían dedicarse a sus negocios y dejar actividades peligrosas.
Una vez acostado se durmió rápidamente. Y tuvo un sueño. Pero no vio a amigos o familiares, sino a un animal aviforme. Parecía una lechuza. Y ella le dirigió estas palabras:
- Sócrates, tu patria te necesita. ¿Darías tu vida por ella?- Le preguntó, con notable solemnidad.
- Siempre he dado mis servicios a la ciudad y mis sacrificios a los dioses. Quieren convencerme de que más vale mi vida que Argirópolis, y esta tarde casi lo logran. Pero no, no seré débil y hasta mi último respiro será para mis padres.- Dijo Sócrates, quebrando en un llanto de emoción.
- Se nota que eres un patriota. ¿Aceptas, entonces, regar los surcos argiropolitas ya no con tu sudor sino con tu sangre?- Preguntó contundente.
- Sí, acepto entregar todo por la polis.- Respondió categórico.
- Glorioso es tu solar, pues aunque hoy lo gobiernan los Treinta, por cada uno de ellos hay mil dispuestos a aceptar el martirio por su libertad.- Le dijo, con una voz clara, dulce y firme.
Sócrates despertó. Era medianoche y llamaban a su casa. Conocía de antemano el desenlace. Tras entrar con violencia, el esbirro le ofreció la libertad a cambio de dinero. Un vecino que vivía enfrente, al sentir el alboroto, cruzó y le prometió gestionar su evasión. Nada de esto aceptó, y calmo bebió la cicuta.
Los Treinta fueron derrotados, y los mártires fueron objeto de los mayores honores. Unos con sinceridad, otros por interés, proclamaron panegíricos en su memoria. Pero fueron pocos los que entendieron que Sócrates y los Treinta Mil que descansan bajo el anonimato no son simples objetos de admiración o provecho, sino vivos ejemplos para Argirópolis y toda la humanidad.

sábado, 14 de marzo de 2009

Consideraciones sobre el adelanto de las elecciones

Como es harto sabido, en el día viernes 13 de marzo del corriente año la presidente Cristina Fernández de Kirchner decidió enviar un proyecto de ley al Congreso donde se propone una reforma del Código electoral con el objeto de adelantar las elecciones nacionales, por el momento a realizarse el 25 octubre, al día . Se alega que, ante el panorama internacional, es preferible terminar rápidamente con las elecciones y no tener un desgastante camino surcado de elecciones provinciales hasta octubre.
Por un lado, tengo la impresión de que adelantar las elecciones no mejorará las perspectivas económicas. Por el contrario, magnificará el efecto de la crisis mundial. "Es tan grave que en Argentina están adelantando las elecciones por ella". Parece inofensivo, pero aporta un pequeño grano de arena psicológico a la ya importante tensión.
Buscando explicaciones más allá del discurso electoral, me resulta bastante claro que el oficialismo, temiendo una derrota ante una oposición compacta, prefirió dificultar la factura de alianzas opositoras. Sería más difícil llegar en tan poco tiempo a una alianza entre los sectores afines a Cobos, la UCR, la Coalición Cívica, el PS y otros partidos provinciales o menores. Tengo la impresión de que el cobismo no llegará a integrarse a esta hipotética alianza de centroizquierda y que, a lo sumo, se unirían los movimientos restantes, tal vez, como en 2007, con asimetrías (en una provincia sí, en otra no...).
Los otros ganadores son los miembros de la ya más consolidada coalición entre el PRO, Francisco de Narváez y Felipe Solá. El cálculo es simple. Si los partidos de centroizquierda van separados, tendrían más probabilidades de mostrarse como la segunda fuerza a nivel nacional. Son conscientes de que no pueden llegar a concertar muchas más alianzas. Algunos partidos del interior, como el PD de Mendoza, los autonomistas y liberales de Corrientes, Fuerza Republicana de Bussi en Tucumán o algunos justicialistas como Puerta; saben que difícilmente serían aceptados por la centroizquierda. Por otro lado, sería visto por la sociedad como un acto de hipocresía su oposición ante esta medida cuando Macri marcó lo mismo, aunque no necesitó de reformas jurídicas y había un antecedente en 2007.
Además, por el sistema D'Hont, ante una misma cantidad de votos, la cantidad de representantes se vuelve menor (o excepcionalmente igual) cuanto más divididos están los partidos. Es decir; si la centroizquierda se presenta unificada y obtiene (es un decir) 20 escaños en la Provincia de Buenos Aires, obtendrán todos los partidos separados, tal vez, 15 representantes, 20 a lo sumo, pero nunca más. Lo cual beneficia, obviamente, a los demás partidos, por empezar el oficialismo y la coalición de PRO-Solá-De Narváez.
Tengo la sensación de que se aprobarán las reformas necesarias para que las elecciones se ejecuten en junio. La UCR, el PS, el ARI y tal vez el cobismo (el vicepresidente mostró su oposición a la medida) podrán intentar limitar la medida, pero no es una ley tan polémica a nivel social como la de las retenciones, por lo que no quedarían tan expuestos quienes en este caso la avalen y sería más fácil que justicialistas no muy afines al gobierno terminen votándola, al margen de existe una alianza opositora que la avalaría.
Yendo, ahora, a juicios de valor, me resulta una muestra de la inmadurez de la democracia argentina. Y no echo la culpa sólo a quienes tomaron estas resoluciones a nivel nacional o local, sino al conjunto de la sociedad, que permite semejantes avanzadas contra la sana continuidad.

domingo, 8 de marzo de 2009

Hombres necios...

En el Día Internacional de la Mujer, además de enviar un saludo a todas las damas, copio una poesía de Sor Juana Inés de la Cruz sobre una contradicción vigente en la actualidad.

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego,con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?

Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

sábado, 7 de marzo de 2009

La Caída de Grecia

Desde montañas de papiros hasta terabytes de páginas virtuales, pasando por plétoras de pergaminos y libros, se ha escrito sobre la caída de Grecia tras la ocupación macedonia y luego romana. Sin embargo, esta decadencia política es imposible de entender sin su raíz, cultural.


Como bien se sabe, las dos grandes polis helenas, con espíritus claramente diferenciados, fueron Esparta y Atenas. La primera ha sido descripta como un campamento militar, con hombres disciplinados en grado sumo y capaces de enfrentar los peores tormentos en pro de la patria. La segunda, eje de los adelantos griegos, acunó los primeros atisbos de democracia y, abrigando una población muy culta para aquellos tiempos, supo desarrollar un ambiente favorable a la filosofía, la retórica y ciencias diversas.


Pero, como es de esperar, no en toda Grecia abundaban los hombres virtuosos. En Beocia las gentes eran muy ignorantes y soeces, al punto de que fueron pocos los hijos ilustres de esta tierra. Ni hablar de Corinto, puerto donde las cortesanas llegaban a poseer influjos insospechados y reinaban la suntuosidad, la lujuria y el ocio.


En aquella ciudad de hombres instruidos, lentamente, comenzaron a llegar inmigrantes beocios. En un primer momento fueron objeto de las peores burlas, pero paulatinamente empezaron a ser aceptados y hasta admirados por los más jóvenes. Los adultos, por su parte, poco trataron de persuadirlos de que continuaran con su modus vivendi. El que proponían los beocios era mucho más sencillo: nada de estudios ni de debates en las asambleas. A medida que esta generación fue tomando las riendas de la ciudad, el interés por la cultura cayó en relación inversa. Se dejaron de construir nuevos edificios monumentales, y los antiguos dejaron de mantenerse como era debido. Los frontones del Partenón les despertaban un interés menor que las margaritas a los puercos. Es una falsedad total la versión de que fueron los venecianos quienes destruyeron y robaron elementos de la Acrópolis; fueron los mismos atenienses, ceñidos con el cíngulo de la ignorancia, quienes cometieron semejantes atropellos. Unos pocos alzaron su voz contra semejantes errores, pero sólo les valió caer en ridículo ante los ojos de los demás.


Esparta no corrió una mejor ventura. Algunas cortesanas corintias se dirigieron a esta ciudad y embelesaron a sus mejores estrategas, quienes dejaron de atender sus resposabilidades militares. Ante este ejemplo y la carencia de controles, los jóvenes empezaron a darse una vida cada vez más holgada. Faltaban a las concentraciones y no olvidaban practicar un solo vicio. El modus vivendi de sus abuelos, e incluso de sus padres, lejos estaba del de ellos. El sacrificio, los ejercicios y la temperancia fueron reemplazados por el ocio, las fiestas y los excesos.


Ni Delos, la tierra sagrada, pudo resistir en la roca firme. Sus sacerdotes, combinando los defectos de beocios y corintios, se volvieron ignorantes y licenciosos. Las oraciones fueron reemplazadas por mujeres; las celebraciones, por orgías; las lecturas dieron lugar a los chismes; las clases, a conversaciones intrascendentes. Hasta la misma pitonisa abandonó sus solemnes tareas. Le resultaba más cómodo dejar a una farsante, salir a recorrer las distintas ciudades y entregarse sin más al ocio que cumplir con sus funciones santas.


Fue en este lar otrora sacro donde recibió su última estocada la civilización griega. Un sacerdote que ni leer sabía borró aquella memorable sentencia de gnôthi seautón, que había iluminado por centurias a los más ilustres hijos de la Hélade. Más tarde, un soldado romano, con martillo en mano, grabó una nueva frase. Escribió karppe dien.

viernes, 6 de marzo de 2009

¿Dictablandas?

En la editorial del 17 de febrero de 2009 la Folha de São Paulo denominó al gobierno de facto brasileño de 1964 a 1985 "ditabranda" para contraponerlo a las "ditaduras" (evidentemente en alusión a las de Argentina o Chile), lo cual provocó un aluvión de críticas en bitácoras y círculos académicos, como por ejemplo en el sitio de mi amigo Maurício Santoro. Llegó a considerársele un neologismo detestable e inverídico en una carta de lectores.



Como argentino sé muy bien que no es ningún neologismo. Siempre se usa el término "dictablanda" para denotar a los gobiernos militares anteriores al Proceso. Así como tantos brasileños se preguntaron si era lícito colocar a su dictadura en un estadio inferior por motivos cuantitativos (menos exiliados o muertos en proporción a la población total si se compara con otros países de la región o el intento de recuperar progresivamente un marco democrático), aplico un razonamiento análogo. ¿Por qué llamar dictablanda, con un tono casi jocoso, a la Revolución Argentina, que también dejó saldos mortales y motivó el exilio de miles de científicos e intelectuales? ¿Será que tienen que ser tan blandas como la de José María Guido, que disolvió el Congreso e intervino todas las provincias? ¿Acaso la Revolución Libertadora se caracterizó por la blandura, aunque restauró la pena capital y la aplicó contra una plétora de detenidos, sin contar a quienes perecieron tras los bombardeos a fines del gobierno de Perón? ¿Es de dictablanda mantener relaciones con el nazismo y restaurar la educación religiosa en los establecimientos públicos después de 60 años de enseñanza laica, entre otros dudosos logros de la Revolución de 1943? ¿O es que dictablanda significa reprimir, ejecutar, torturar y destruir la continuidad constitucional tras casi 70 años de estabilidad, como en el caso de la Revolución de 1930?




Me limito a realizar una invitación. Antes de caer en comparaciones más que odiosas, ¿No resulta conveniente evitar llamar dictablanda a cualquier gobierno que haya caído en la ilegitimidad y en los excesos?


Imagen: http://www.laguia2000.com/wp-content/uploads/2008/04/jose-felix-uriburu.jpg